Cuando se llena el vaso y la única salida son los ojos.
Cuando la angustia se hace plato de todos los días y el corazón pide postre al menos una vez.
Cuando no te podés tragar la pastilla de que esto también pasará.
Cuando la alcancía de las penas ya no tiene más lugar y lo único que te sobra es agua en la cara.
Cuando la vida pincha y hasta quema respirar. El frío en la piel y un dolor en el alma.