Ese veneno que no quema más que al portador.
Esa bomba de tiempo que explota en la sangre cuando las cosas no cantan tus canciones.
Ese querer hacer a los golpes que la vida corra tu carrera…con tus reglas.
Esa impotencia que grita cuándo el mundo juega sin invitarte.
Cuando masticás enojo y la paciencia se va por la ventana sin saludar, no te queda más que escupir dolor y hacer enemigo al primer salmón…que te nade distinto.